6 de diciembre de 2013

Pese a todas las consecuencias


Siguen pasando los días como quien oye llover. Pasan y pasan desapercibidos, desgarrando quizás más o quizás menos. A veces pienso que hemos llegado a tal punto de no reconocernos que parece que todo lo vivido, todos los momentos, todas las palabras, todas las promesas, todos los besos, todos los abrazos, todas las tentaciones, todas aquellas fotografías... Todo eso parece que nunca haya llegado a existir.
No sé si es porque el paso de los días hace que me parezca más irreal o que a veces te siento cerca y de pronto desapareces sin más. Aún tengo esa duda de porqué vuelves como si nada, me haces realmente feliz, me alegras el día en cuanto me hablas y te siento bien pero de pronto se acaba y consigues desaparecer días sin tener ganas de una simple conversación quizás por tiempo o, como realmente siento, por falta de ganas, interés. Quizás porque un mensaje para saber cómo está alguien, solo roba de tu tiempo... ¿Cuánto? ¿Unos segundos? Y una conversación algo más larga... ¿Cuánto? ¿Escasos 10 minutos?
El problema no es el tiempo, tiempo cuando uno quiere saca hasta de donde no creía posible. Antes... Antes no era ningún problema. No sé cómo lo hacíamos, pero teníamos tiempo para todo, teníamos tiempo para los dos de una forma tan... Especial para mi. Te sigo echando de menos. Sigo echando de menos todo eso, llámame imbécil. El problema a estas alturas es que todo eso se ha perdido al parecer. El problema es ese querer del que, a simple vista, careces y del que a mi me sobra. Quiero equivocarme, quiero que esa afirmación no sea cierta por tu parte. Te prometo que siempre intento darle la vuelta... Pero por cuánto tiempo se puede excusar a alguien hasta lo imposible. Yo aún sigo haciéndolo aunque esta idea no desaparezca de mi débil mente. Es difícil. Ojalá fuera algo... Más fácil entre tú y yo. Si llegaras a pararte a leer ciertos escritos de un día en el que, tal vez, ni sabíamos qué sentíamos el uno por el otro; ya pedía a gritos que lo "nuestro" fuera más fácil, sobre todo para ti. En aquellos días quién iba a imaginar que luego serías un tiempo "mío".

Se me queda una cara de estúpida por culpa del amor... Es impresionante.
Soy un desastre.

Te quiero tanto que las consecuencias de todo lo que puede pasar a veces intento dejarlas a un lado. Mereces la pena para mi y quiero cumplir mi promesa... Pero no te mentiré, es la que más me está costando cumplir y, sinceramente, no por mi; si no por ti. Y no es por culpar a nadie, tampoco creo que sea realmente culpa de ninguno de los dos, pero me faltan razones... O quizás se han perdido demasiado a lo largo de estos meses en los que no hemos estado juntos... Y, para serte sincera, creí que aquel sentimiento por ti, aquel nerviosismo de estar frente a ti lo había perdido; pero me di cuenta de que me estaba mintiendo a mi misma el día en el que te volví a ver y al sentirte entre mis brazos pero, al poco tiempo, se fue. Nunca quise separarme de tu lado, peque... Fue muy extraño verte marchar con aquella sonrisa, con aquellas tonterías, con esas ganas de... Besarte. Pero volvieron a pasar los días y aquel propósito de hacer las cosas bien nuevamente, se esfumó. No sé si es tu indiferencia o saber que lo que yo siento por ti es lo mismo que te prometí en aquellos días y tú no. No sé lo que es y se convierte en una tortura cuando intento responder a preguntas a las que yo no puedo darles respuesta.

¿Cómo te digo que no puedo ser tu amiga? ¿Cómo te hago ver que para nosotros es imposible? Cómo te digo que no quiero ser cualquiera, quiero seguir siendo "tu niña". Aquella por la que te salían mil cosas bonitas porque las sentías, aquellas por la que seguías por muy difícil que resultara. Y cómo te digo que mis ganas por ti... Es que me superan, eres mi dichosa debilidad, pequeño.
Parece muy lejano ya, pero hace 13 meses llegué a decirte que si te ibas de mi lado, nunca podría ser esa "amiga" y lo estoy intentando lo mejor posible. Intento darte días buenos cuando hablas conmigo, hacerte sentir que sigo ahí solo para ti, confiándotelo todo pero luego por tu parte me siento una extraña pese a que me digas que sigues confiando en mi, que no te he dado motivos para no hacerlo y, sinceramente, no me extraña. No sé de ti salvo lo más... "Superficial". Del resto ya no soy partícipe, del resto ya no me haces partícipe y, créeme, es una putada.
Siempre me ha parecido una putada darle todo a alguien que para darte algo, parece tener que pensárselo mil veces, pero bueno... Supongo que solo puedo decirme "Si es por él, quiero hacerlo, quiero seguir, como sea" y, bueno, aquí me ves, mi vida... Un día más.

Ayer mientras intentaba animarte a seguir con un trabajo, mientras te decía que todo iría bien, me moría de ganas por poder abrazarte y decírtelo, darte un beso en la mejilla (de esos que no te gustan), solo para hacerte rabiar. Pero mientras ocurría todo eso, se me escapó un "Yo te apoyo, mi vida". El subconsciente me falló completamente, de pronto reviví mil cosas que guardaban esas dos palabras tan simples...

¿Por qué debo ser así de extraña?

Por hoy, está bien...
Si algún día consigues entrar a leer esto y consigues leer cada palabra hasta el final, me gustaría saber qué piensas, y qué piensas sobre que yo siga aquí cada día solo por ti... 
Es una pregunta que aún me hace temblar, por tonto que te parezca.
Tan solo quiero decirte que... Te quiero, quiero intentarlo todo antes de rendirme y dejarte ir de mi vida o echarte yo, quiero apoyarte cada día, quiero dar lo mejor de mi por ti como hacía e intento hacer cada día.
¿Sabes? Aún me despierto con la esperanza de que de pronto, vuelvas. Con la esperanza de que me digas que me quieres, que quieres intentarlo todo y no dejarlo en aquella vez que salió nefasto. Que merece la pena si es a mi lado, pero claro, luego recuerdo esas palabras "No esperes nada de mi" y se desmorona un poco la realidad pero la esperanza no se va. Parece que el quererte así solo me lleva a tenerla por si algún día consigues ver que sino, tanto que no queríamos perderlo todo, nos quedamos sin nada.

Lo siento, compartiste momentos de tu vida con una tonta enamorada... Qué esperabas.
Solo sé dedicarte líneas porque no quieres que haga nada más por ti y que sepas que sigo haciendo imposibles aunque no los alcances a ver... O aunque me haya intentado prometer no contarte nada de ellos, así, creo, que te sentirás algo mejor.

Todo esto, se resume a un simple... Te quiero, pese a todas las consecuencias. Te quiero con todo el pasado. Te quiero ahora. Te quiero con tus mil defectos que equilibran los míos. Te quiero con todo eso que tienes y que solo quiero y puedo ver en ti. Te quiero con lo que venga...

Sencillamente, te quiero.

PD: Sempre em sento atret pel teu somriure.


No hay comentarios:

Publicar un comentario