11 de diciembre de 2013

¿Había llegado ese momento?



La otra noche, tras tirarme no sé cuánto tiempo llorando porque exploté después de aguantar toda la semana, un amigo decidió llamarme. Le conozco desde hace ya... Cinco años. Con él hay una pequeña historia, estuvo enamorado de mi durante dos años, dos años en los que hubo algún vacío por mi parte. Se podría decir que me gustó, poco tiempo, cuando tenía 15 años. A mis 19, parece una historia algo lejana aunque no haya pasado tanto tiempo, por así decirlo. Podríamos resumir la historia en que cuando a mi me gustó a él le gustaba otra, estaba cegado y yo decidí retirarme y ayudarle. En verano de aquel mismo año empezó a darse cuenta de lo que yo realmente valía para él pero por mi parte, ya era muy tarde. Ya había superado esa pequeña piedra.
Estuvimos hablando de lo que le gustaba de mi, las razones por las que había estado dos años enamorado y cosas así pero también de lo que me pasaba, de toda mi historia con Él, cómo no. Parece que siempre está en mi día a día aunque ya haya decidido aparecer de vez en cuando para volverse a ir.
Hablamos de todo un poco, de razones, de sentimientos, de promesas, de frases que dejan huella como "Espérame". Algo tan simple, una palabra. Una palabra que para mi resumía todo lo que Él sentía.

Le comenté porqué estaba llorando, porqué mis ánimos habían decaído. Le dije que era una tontería, qué iba a decirle si no. Dijo algo tan simple como:

- Sí, ¿verdad? Por una tontería han decaído tus ánimos.

Supongo que para mi era importante... ¿Sabéis qué? Decidí volverle a mandar la dirección de este blog, la había perdido. Decidí volver a confiar en Él. Esperaba, de todo corazón, que no me fallara. No lo necesitaba. Le dejé la dirección añadiendo:

"Peque, aquí te dejo el blog. Si no te lo pasé antes cuando insistías tanto era porque tampoco mm me gustaba la idea de que vieras cuánto te quería, no sé, me expreso diferente escribiendo y, a veces, queda muy raro todo pero bueno, en 5 meses creo que te he demostrado cada día lo que siento y se ve bastante y porque lo leas no creo que pase ya nada. Lo que hay es lo que hay. Y, es verdad que no empecé a escribir por ti porque fue en 2010 y no te conocía, pero podrás ver cómo empecé a escribir por ti desde abril de 2012. Un beso y ánimo si estás trabajando. Siento molestar, solo era para eso"

Tonteó sobre algo del nombre. Me lió y lió. Se lo dije, que parecía estar riéndose en mi cara. No sé qué le pasó pero sencillamente se fue un frío "Gracias por el blog, ale, adiós". ¿A qué venía eso? No pude evitar pedirle explicaciones pero creo que yo ya sabía que me quedaría ahí, esperando, como siempre. Y concluí:

"Paso, me vas a dejar hablando como las locas y no me apetecen excusas hoy...  Para mi, la has liado y no creo que fuera el momento y menos con eso, peque... Me conoces y es muy importante para mi porque no confío en todo el que se me acerca y me cuesta muchísimo, además del miedo que tengo e incluso ahí lo leerás y lo verás... En fin, que vaya bien, hasta otro momento, peque"

En definitiva, me dio una punzada en el pecho al ver la poca importancia que le daba a algo que consideraba la parte más íntima de mi mundo, allí donde busco el desahogo. Pero bueno, no debería haber esperado otra reacción, sencillamente esperar nada.

Mi amigo me preguntó:

- Ahora mismo, ¿qué esperáis el uno del otro?

Tardé en contestar

- ¿Estás bien?
* ¿Esperar? Yo de él tengo claro que nada porque hasta él me lo dice "No esperes nada de mi" y él de mi, no lo sé pero se lo he dado todo, incluso en este tiempo, así que vete tú a saber.
- Te pregunto, porque hace mucho que no te pregunto sobre lo vuestro y no sé si ha pasado algo nuevo o no.
* No sé qué espero...Espero que se de cuenta de lo que está perdiendo o de lo que ha dejado, pero no lo va a ver porque pasa 3 putas mierdas ya de mi.

En ese momento, recordé la frase de otra amiga "No se puede dar cuenta de lo que ha perdido, porque aún, por mucho que digas, no te ha perdido. Sin embargo, tú si le has perdido ya, deberías haberte dado cuenta"

- Si no recuero mal, mi opinión era que si pasaba de ti, era porque no le veía futuro, por una razón u otra y que si realmente se interesa por ti, que haga algo, y que no te tenga atada y por tu parte, te dije algo de un ultimátum que ya no sé si tiene sentido hacerlo. ¿Tú sigues realmente enamorada? ¿Sigues sintiendo eso que sienten los enamorados cuando están lejos el uno del otro, esa dependencia de su presencia, ganas de estar junto a él, las ganas...? Porque si es así, y ya no contempláis eso de vivir juntos, una meta donde esteis los dos, no creo que tenga sentido martirizarse tantísimo por alguien.
* Odio esta situación...

Le expliqué el porqué de todo, el porqué sido aquí. Tantas y tantas cosas... Sirvió de desahogo.

* Y sigo aquí después de cinco putos meses... En los que han cambiado muchas cosas.
- Joder, eso no se hace. Ahora sí que no merece la pena un tío que te quiere mantener atada por la cara, sin dar nada a cambio. Deberías desaparecer de su vida, de golpe, avisando o sin avisar, para que se dé cuenta de lo que ha perdido, que es muchísimo. De hecho, me parece de muy mal gusto que le prestes atención a alguien que ha perdido el derecho a tenerla. Me da mucha rabia que te tenga así... Que te haga estar infeliz, encima que tú no has hecho nada para acabar así y todo porque Él se ponga caprichoso y egoísta, vale que está el tema de la familia, pero si no puedes seguir con alguien, no hagas que espere... No te has buscado estar así, simplemente te has limitado a amar incondicionalmente. Joder, hay que ser consecuente con las cosas... No te mereces que te haga pasar por lo que te está haciendo pasar. Si realmente te quiere, que te deje vivir... Mándale un poco a la mierda aunque sea duro, porque sé que lo es. Desaparece, distráete con otras cosas. Se podría resumir en: Pasa de él, porque no merece tu atención. Él necesita una relación cercana, se ha cansado de estar siempre a kilómetros, y que se desvanezcan las posibilidades de vivir contigo por el tema de su familia.
* Cuando le dije que posiblemente viviría en Barcelona se limitó a decir básicamente: "Parece como si lo hicieras por mi, yo no necesito nada".
- Si te dice eso a que vivas en Barcelona, no sé muy bien qué pensar... Nada bueno... Tanto "espérame" pero, vamos a ver, si vas a ir tú allí, ¿qué coño vas a esperar? De verdad, sin querer ser muy pesimista pero si a pesar de que tú vayas, Él se pone a la defensiva,  a mí se me ocurre que quizá haya encontrado a otra, o que se haya fijado en otra, porque no me parece normal una reacción así. Eso no se hace, simplemente. Las cosas no se hacen así y más conociéndote y sabiendo lo que sufres por las cosas. Me pareció bien que le hicieras saber todo y que al menos te quieras un poco de esa forma aunque me sacó una sonrisa una de tus frases pero, bueno, haces demasiado. Nadie estaría dispuesto a aguantar tanto.
* Eso le dije, y... Se sentía como una mierda.
- ¿Acaso no lo ha sido? A mi me da rabia que aguantes tanto porque no te mereces recibir nada a cambio de tu entrega, de tus ganas.
* No sé qué más querrá de alguien... No puedo hacer más, nadie puede dar más.
- Nadie.
* ¿Sabes? En cuanto me dijo que me necesitaba con él, que se sentía solo, que necesitaba un simple abrazo mio... Ya estaba buscando billete para subir y pasar todo esto a su lado, 20 o 25 días allí en julio y después el viaje que ya tenía pagado para 15 días más y poder subir a cuidarle pero me dijo que no hiciera nada, que quería pasarlo solo y... Luego vino el resto, cortar a la semana y eso. Ya sabes.
- ¿Ves? Ya tengo otra razón que darte por la que fuiste la chica que más quise, esa constancia y entrega tuya que se ve. Lo que no veo es que seas tan masoca.
* "Masoca" debería ser mi segundo nombre, está claro pero es que yo cumplo lo que prometo y se lo prometí que estaría aquí, aquí aunque Él me prometiera cosas que ya ha roto, pero yo no soy así.
- Yo creo que llega un punto en el que la salud está por encima de una promesa porque no es sano sufrir tanto.
* Cuando llegue ese momento, hablaremos...
- Yo creo que ese momento llegó hace tiempo.

Me quedé sin palabras tras eso.

¿Había llegado ese momento?

No hay comentarios:

Publicar un comentario