26 de julio de 2013

El amor, como el fuego, puede apagarse.



Vuelvo aquí a desahogarme, a haceros saber que nada ha vuelto a ser como antes... 
A decir que una conversación parecía perfecta hace una semana, parecía haber ganas pero la esperanza jugó conmigo una vez más... 

Siempre hay una última vez. 

Siempre hay una primera vez para decir basta.

Discutimos es cierto y volví a salir herida, algunas frases no me recordaban a él... 
(¿De verdad me quiere?) 
Parece que ya ni le conozco, que no sé quién es, que no es él de quien estaba enamorada, que no es él a quien tanto quería y por quien estaba dispuesta a darlo todo... 
Y de pronto, llamó. Llamó a los 5 días de aquello, 5 días sin saber de él, 5 días que se hicieron largos, 5 días que pensé que no acabarían, 5 días en los que pensé que no volvería 
(¿No te era necesaria antes...?)
"Tenía ganas de hablar contigo"
Y, ahí se quedó, yo no contesté aquella llamada, no supe nada más si no llego a preguntar tal día como ayer cuando vi que no daba señales de vida, cuando empecé a ahogarme, otra vez. 
(¿No pensabas insistir?)
No quería ceder, si quiere algo que me busque, no quiero seguir siendo solo yo. 


Sigo pensando que lo que siente por mi se está acabando y, lamentablemente, nadie puede decirme lo contrario. Una vez creí, cual imbécil, que me quería tanto como yo a él, que no había un límite para los dos y terminé dándome cuenta de que no era así, que él tenía un límite para quererme; me hizo confiar en él, me hizo ver que no era como el resto y prometo que no era como el resto pero aquí estoy, rompiéndome un poco más cada día; me creí palabras que sonaban demasiado bien como para que terminaran siendo real "eres mi vida", "eres la única con quien quiero estar", "no podría haber encontrado a nadie mejor", "eres mi pequeño mundo", "eres lo mejor que tengo".... Cada una me araña con más fuerza que la anterior al leerlas en la pantalla, al ver que aquello se está esfumando, que lo que decía quererme o lo que me quería se está apagando como el fuego cuando no se mantiene.

¿Qué quedarán?

Cenizas que podrá retener durante un breve periodo de tiempo, cenizas que quizás alguna, tímida, quedará entre sus dedos pero el resto desaparecerá. El resto se esfumará.
De verdad crees que si todo esto, todo lo NUESTRO, se apaga algún día, ¿puede volver a ser como antes? ¿Puede volver a encenderse como antes? ¿Puede volver aquella confianza? ¿Pueden volver aquellos sentimientos sin miedo alguno? Ahora mismo, no creo que pueda ser posible. Ahora solo pienso que los días pasan, el silencio sigue marcando la distancia entre nosotros dos junto al orgullo, junto a la cobardía de no luchar por algo o más bien de que no quieras luchar tú por esto porque yo ya luché en una batalla y la guerra ni tendrá lugar, simplemente te rendiste demasiado pronto como darme oportunidad y, para qué engañarme, no serviría de nada. Esto que decíamos tener era de DOS, ¿recuerdas?

Quizás nunca fui suficiente y seguirá siendo así durante mucho tiempo mientras el mundo sigue su curso y yo le intento encontrar algo de sentido a todo esto que llaman vida, mientras mi mundo ya ha terminado explotando y solo me encuentro yo, asustada en una esquina, quieta, con frío, al lado de la soledad que deja un corazón olvidado y roto, creyendo que algún día volverá a sacarme de allí como ya consiguió una vez e hizo que Él fuera mi vida al arreglar todo aquel caos que tenía en mi interior, todas aquellas desilusiones, todas aquellas heridas con besos, abrazos, risas, felicidad y caricias en las cicatrices que una vez dejaron en mi y me aceptó tal y como era y su "Preciosa" me hacía volver a sonreír.
Siempre se lo dije y, creo, que nunca supo hasta qué punto era todo eso cierto y dudo que lo sepa, dudo que alguna vez haya entrado aquí por miedo a ver lo que realmente siento.



"Y no volvimos a vernos. Se subió en aquel tren y no volvió nunca. Recuerdo cuando nos despedimos, en aquella estación, un jueves por la mañana, ninguno de los dos lloró o, mejor dicho, ninguno de los dos derramó una sola lágrima. Y al abrazarnos, cerca del final, cuando no podíamos vernos la cara, cerré los ojos con todas mis fuerzas e intenté congelar el tiempo. Intenté pararlo todo. Intenté quedarme allí eternamente. Pero la eternidad duró segundos y nos separamos, y yo aún tenía mis brazos alrededor de su cuerpo, sin querer dejarle, sabiendo quizá que si lo soltaba una parte de mí se iría con él, y que viviría desde entonces medio rota, con la mirada un poquito apagada. Sabía que moriría, de alguna forma, cuando aquel tren se perdiese por el horizonte. Por qué nos estábamos haciendo eso; por qué nos estábamos matando de aquel modo. Pero a pesar de todo yo no le volví a decir "quédate" ni él me siguió cogiendo de la mano cuando por el altavoz sonó una voz apremiando a que los pasajeros subiesen al tren. Todo termina, supongo. Y a veces me da miedo pensar en lo inevitables que son algunos finales; a veces temo pensar que todo lo que puedo luchar por una causa puede no ser lo suficiente para salvarla.
Y me ahogué lo mejor que pude, con esa falsa dignidad que mostramos las personas cuando no queremos que sepan que nos han roto. Con ese fingir caminar con las manos en los bolsillos, sin mirar atrás, sólo al suelo, por no querer enfrentar la realidad de que, en el fondo, y no tan al fondo, y a nuestro lado, hay una inmensa soledad que nos derrotó hace tiempo. "Jaque mate", dijo. Y a quién vamos a engañar."
- Original En un mundo de grises. 



Le quiero, es inevitable. El sufrimiento, dicen, opcional.

Que él me quiera ya empieza a ser una duda para mí, como todo.




PD: Agradecer a Jessy todo su apoyo continuo, palabras que me regala y el tiempo que me dedica al dejar huella en este espacio. Gracias, de corazón.

3 comentarios:

  1. Hola!!

    No agradezcas nada, a esto se le llama empatía con las personas. Puedo sentir, sin ser ésta mi historia, tu dolor. Porque todos alguna vez, hemos sufrido un desamor o una historia complicada de vivir. Entiendo que no entiendas nada, que haya cosas que se te escapen, pero tu tienes que poner muchísimo de tu parte y quererte ahora más que nunca.

    Por él, ya te lo dije: se paciente y lucha si crees que él merece la pena, pero no te hagas daño. Es como cuando fallece algún ser querido, se nos parte el corazón, lo pasamos fatal, pero recuerda que nadie muere por nadie... Solo es cuestión de que el tiempo cure heridas y de querer que esas heridas cicatricen lo antes posible.

    Un abrazo.

    Ánimo.



    Jessy.

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  2. Lo sé es tan tan complicado!

    pasate por mi blog

    http://www.lamejormaneradeolvidar.blogspot.mx/ q

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  3. Cómo estás? Espero que bien, sino es así, al menos lo más cerca posible a estarlo.

    Ánimo.
    Jessy

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