1 de enero de 2014

Recuerdos


Si echo la vista hacia atrás, hace un año todo era distinto a como hoy lo estoy viviendo. Yo era... La chica más feliz después de tanto tiempo, la chica que no dejaba de sonreír, la chica que tenía simplemente a la persona que más quería, a su lado. Sí, Tú, mi niño. Hace un año todo era tan... Diferente.

¿Recuerdas ese fin de año? ¿El del 2012? Estábamos juntos en la cena y a la hora de las campanadas que marcarían el inicio de un nuevo año contigo. Me encantó que me dijeras que querías acabarlo, empezarlo y pasar muchos años así a mi lado. En aquel entonces, te creí. Quería creer que las cosas en mi vida, por una vez, cobraban sentido después de tanto esfuerzo.

¿Cómo ha sido esta despedida de año? Tú no estabas. Tú ya habías desaparecido de mi lado y, ya es imposible remediarlo, ya no hay nada más que hacer por tu parte. No he parado de pensar en ti cada día, de llorarte, de quererte, de ansiarte, de necesitarte, de esperarte... Incluso ayer no soportaba la idea de no pasarlo a tu lado, pero no hay más remedio que ese. ¿Pensaste en mi? Ojalá fuera así, pero es algo que nunca sabré, que nunca me dirás. Nada más iniciar el año deseé que me felicitaras de una forma algo cariñosa pero recibí un frío "Feliz año" de tu parte. Ya no dijiste más, yo te respondí lo mismo, ¿para qué iba a dedicarte más palabras si para ti es ya una tontería incluso el hecho de esperarte? ¿Para qué voy a decirte que te espero y lo mucho que te quiero? No me apetece. Si quieres ver lo que siento, entrarás a este lugar, mi pequeño rincón. Tampoco estoy segura de que no vuelva a decirte directamente que te quiero... Pero creo que dejó de tener sentido pese a querer decírtelo siempre.

Odio que estemos así, en serio. Odio que te comportes como si fueras un simple extraño en mi vida que fue feliz a mi lado, pero que quedó ahí, atrapado en aquel tiempo y muestra, siempre, ese muro contra mi, esa desgana. Esa frialdad que solo grita que has dejado de quererme mientras yo lo sigo haciendo, tontamente, por los dos. Duele que me ignores, que no estés ahí nunca pese a prometerme que nunca me dejarías sola. Creo que no volveré a confiar en las promesas. Una vez te lo dije, "Nunca me prometas si no vas a cumplir, me cuesta confiar y que me prometan es en lo único que veo que van a cumplir con lo que dicen porque yo siempre lo hago, entonces, si me lo prometes... Cumple, por favor". Me dijiste que tenías la misma concepción que yo de una promesa, cumplir, pero también quedó allí atrapado junto a todas las palabras que guardaban cada sentimiento que tenías por mi además de demostrarme cada día cuánto me querías con pequeños detalles.

Para este año... ¿Qué espero? Creo que nada. O quizás sí, volver a ser aquella chica que durante un tiempo, tuvo una sonrisa en sus labios de la que nunca se cansaba. Solo eso.

Se feliz... Gracias por haber compartido este tiempo conmigo.
Si me lees algún día, te quiero.


1 comentario:

  1. Que bonito..no puedo evitar decirlo siempre que leo algo tuyo, pero escribes tan desde el corazón, que eso se nota. Feliz año para ti, miralo todo como un nuevo comienzo, sé positiva, :)

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