1 de septiembre de 2013

Septiembre



¿Sabéis? Hoy pasó algo...

Me encontraba en mi casa, sola, no sabía por qué. Mis amigos me esperaban abajo y yo mientras me arreglaba para salir. De pronto, ellos vieron a alguien, un chico que se acercaba al portal de mi piso junto con un ramo de rosas rojas, 14 para ser exactos. Se extrañaron de aquello, su rostro les sonaba, no sabían dónde lo habían visto... Pero él no vivía aquí.
Una amiga me mandó un mensaje, "Ábreme, estoy abajo de tu casa".
Sin preguntar nada más, abrí, qué más daba.

Me miré por última vez al espejo, no sabía por qué pero ese día me veía mejor que ningún otro... Bueno no, me veía como cuando salía con Él, tenía una sonrisa que no se iba y un pequeño nerviosismo que recorría mi cuerpo. Iba a ser un día como cualquier otro...¿No?
Pegaron a la puerta, sin mirar para verla antes de entrar, abrí.
Hubo un silencio... Solo veía el cuerpo de alguien, sabía perfectamente de quién pero, no podía ser Él. No podía ser Él el que se encontrara detrás de ese gran ramo de rosas. Aún no le había visto el rostro, pero recordaba cada detalle de su cuerpo y ese espacio, entre sus brazos, que siempre ocupaba.
Se apartó el ramo del rostro, me miró y una gran sonrisa apareció.
Me quedé sin palabras... ¿Qué hacía Él allí? No podía ser verdad...
Después de dos meses sabiendo muy poco de Él, sin verle, apenas escuchándole... Seguía teniendo esa tentación de perderme en su cuerpo, de lanzarme a sus brazos, de besarle, de hacer que volviera aquel "nosotros" que tanto ansiaba.

- Hola, mi niña...
* ....
- Te preguntarás, qué hago aquí, supongo.
* Sí, pero...
- Shh pequeña, déjame a mi primero. He venido a decirte que me perdones por mi ausencia de todos estos días, por no haber estado cuando más me has necesitado, por haber roto mi promesa de hacerte lo más feliz posible, por no haberte demostrado cuánto te he echado de menos cada dichoso día que pasaba, por no haberte dedicado todo el tiempo del mundo, por no haberte llamado por las noches, por no haberte dicho cada día que pasaba que eres lo más bonito de mi pequeño mundo, mi vida, lo mejor que tengo. Lo quiero todo contigo, no me importa nada más y... Haré todo lo posible para recuperarte, para volver a enamorarte... Una vez lo hice, nunca sabré cómo, pero sí dándote todo aquello que mereces por haber estado ahí, cuando más te he necesitado a pesar de que yo estuviera tan distante...
Mi niña, mi vida, te quiero y sé que te he hecho demasiado daño, sé que no va a ser fácil pero pienso recuperarte. Por cierto, no me voy a ningún sitio, bueno sí, a tu lado, si me dejas...
* Peque...
- Por favor, perdóname. Deja que recupere todo este tiempo que hemos perdido solo por mi culpa...

Cogí el ramo y lo aparté, lo dejé sobre la mesa y le miré fijamente a los ojos, esos castaño oscuro que tanto me encantaba contemplar. Apareció en mi una sonrisa, no se iría, estaríamos juntos y volveríamos a aquellos días en los que en mi vida había una felicidad extraña, en los que un simple mensaje me ayudaba a seguir, tantas y tantas cosas que creí que no volvería, habían vuelto. Sin más.
Sonreí de aquella forma que creí olvidada.

* Te quiero mi niño y, ya sabías que esperaba cada día solo por ti...

Se acercó, me abrazó. Aquel abrazo tan cálido... Aquel lugar que solo era mío. Colocó su cabeza en mi hombro y noté cómo aún sonreía. Le recorrí el cuerpo con mis brazos, qué bien encajábamos el uno en los brazos del otro... Empecé a llorar y me apartó para quitarme el cabello del rostro y secarme las lágrimas.

- Mi niña, siempre te dije que estabas fea llorando... No me llores, no pienso irme. Te quiero.

Lloré más y más, esa sensación de que o sueltas todo o no sabes bien qué hacer pero entre sus brazos me calmé. Volvió a apartarme, me secó las mejillas y me besó una y otra, y otra vez.
Sus labios y esa forma nuestra de besar... Era demasiado perfecta.

- Menos mal que no llegué tarde...
* Para ti, nunca hubiese sido tarde, peque.
- No sabes la suerte que tengo de tenerte y que me quieras.
* No sabes lo feliz que me has hecho... Pero - dije con una sonrisa traviesa- te va a costar recuperarme, lo sabes, ¿no?
- No me importa, tengo el resto de días a partir de hoy para recuperarte.

Me volvió a besar con esa misma pasión de siempre, con esas mismas ganas de todo.

De pronto, escuché un cristal, algo se rompía en mi casa, me giré por el ruido y, cuando volví a mirar hacia aquella puerta donde Él estaba, ya no había nada...
Me desperté, entre las sábanas, con la misma soledad de siempre, sin nadie a mi lado. Miraba el móvil con la esperanza de ver algo, algo de Él, un "te quiero" en mitad de la noche, algo...
No había nada.
Y lloré, y lloré hasta quedarme de nuevo dormida.
Hasta querer regresar a ese dichoso sueño y no despertar...


Pero no pudo ser.

Llegó septiembre, ese maldito mes que quería que nunca apareciera en mi vida... No quiero saber nada de él, no tengo esperanzas para afrontarlo... Que, ¿por qué? Lo que más he querido en todo este tiempo y sigo despertándome cada mañana solo por Él tiene que decirme si se va o si se queda a mi lado...
No lo soporto.
No creo que elija quedarse dejando atrás a su familia que siempre fue un encanto para mi y yo, ¿qué puedo hacer? Nada, salvo esperar a que llegue el día en que me lo diga, el día en el que sepa que toda esta preciosa casualidad que una vez empezó, acaba.

Además... Hoy es 1... Otro mes, mi niño, estaríamos pasando juntos. Seguramente hubiese sido tan loca que me hubiera presentado allí en Barcelona para comerte a besos y para estar a tu lado, como fuera, donde fuera, pero solo contigo. Te echo de menos, muchísimo.


Te quiero, mi vida.



2 comentarios:

  1. Precioso. Una historia preciosa, y ya no sólo bien explicada que también, y ya no sólo triste. Créeme que entiendo a la perfección cómo te sientes, pero yo creo que apostaría por el amor, ya que es el amor lo que mueve el mundo.
    Un besito :)

    ResponderEliminar
  2. Hola nena!!!

    Me ilusioné, pensé que pasó de verdad lo que escribistes. Me estaba alegrando tantísimo por ti. Porque sé lo que significa ese muchacho para ti y saber que ya lo habías logrado, era como demasiado, hasta me emocioné. Pero un chasco seguir leyendo y ver que todo era un sueño. Lo que daría porque ese sueño se volviera realida...

    Nena solo te digo que seas fuerte, ya queda poco para saber qué hara, este es el último tirón de incertidumbre, en breve lo sabrás todo y el solo hecho de saberlo, aunque no sea lo que tu eaperas, pero solo con " saber" y no tenerte alejada de su decisión te servirá, y si es que sí, pues... No sé, alegría pura es la que te va a dar y de camino a mí al saber que ta tienes de nuevo al chico que amas.


    Eres un encanto de niña y te mereces de lo mejor, lo mejor. Te mereces que vuelva!!!

    Wuapa y wuapa, ánimo y paciencia que la decisión está a la vuelta de la esquina.


    Jeyssikita

    ResponderEliminar